TE LLAMARÉ VIERNES
Ara, quan Almudena Grandes ha deixat inconclusos els seus Episodis Nacionals, és el moment de recuperar tota una vida prèvia que comença amb Las edades de Lulú i que s’encarregarà de donar vida a personatges diversos entre els que destaca aquell que, en un Madrid sense ànima, trobi, com Robinson, el seu Viernes. Una jove poc agraciada però amb una gran capacitat de muntar faules, Manuela.
I en la vida de l’Almudena Grandes, Viernes apareix altres vegades. Una d’elles al volum del seu company, Luis García Montero, Completamente viernes.
Allà trobem Poètica:
Hay momentos también en que dejamos
las palabras de amor y los silencios
para hablar de poesía.
Tú descansas la voz en el pasado
y recuerdas el título de un libro,
la historia de unos versos,
la noche juvenil de algunos cantautores,
la importancia que tienen
poetas y banderas en tu vida.
Yo te hablo de comas y mayúsculas,
de imágenes que sobran o que faltan,
de la necesidad de conseguir un ritmo
que sujete la historia,
igual que con las manos se sujetan
la humedad y los muros de un castillo de arena.
Y recuerdo también algunos versos
en noches donde comas y mayúsculas,
metáforas y ritmos,
calentaron mi casa,
me hicieron compañía,
supieron convencerme
con tu mismo poder de seducción.
Ya sé que otros poetas
se visten de poeta,
vana a las oficinas del silencio,
administran los bancos del fulgor, calculan con esencias
los saldos de sus fondos interiores,
son antorchas de reyes y de dioses
o son lenguas de infierno.
És molt fàcil tenir accés als aspectes generals de la vida, en aquest cas, d’una novel:lista. El que que és, més aviat difícil, és conèixer els aspectes particulars de la seva vida íntima, que coneixen aquells que la viuen i que només pots captar, lleument, en algún poema.
Canción víbora
Ten paciencia conmigo.
Porque a veces el mundo,
la víbora del tiempo y del pasado,
cabe entre dos palabras.
Si la piel se hace noche,
si vuelven las cenizas a los labios,
cabe entre dos palabras.
De verdad, yo lo sé,
una estrella apagada que cruza el universo
con su puñal de frío.
Y repta por la vida,
por caminos sin nadie, por ciudades,
con su puñal de olvido.
A través del amor,
incluso por encima de la felicidad,
cabe entre dos palabras,
La víbora del miedo.
la víbora del miedo derrotado,
mi calor y su frío.
Y se queda en el pecho,
anidada en la sombra, hasta el amanecer.
Ten paciencia conmigo.
Porque el mundo es así, y vengo herido,
ten paciencia conmigo.
Será que tienen alma.
yo me conformo con tenerte a ti
y con tener conciencia.
I així, al final, segueix entre nosaltres i entre les dues paraules del seu company, que són les mateixes de tots aquells que se l’estimen.